Te acercas lentamente, paso a paso,
con mirada cómplice que asoma entre tus párpados.
Te acercas poco a poco, insistente
y así, a la altura del deseo y la ternura,
los sueños huyen , como las sonrisas,
invitando otra vez y otra noche
hasta agotar en mi vida la esperanza
de aquel lugar, aquella tarde
aquella calma,.
Rodeada con abrazos y mis brazos
tu cintura juvenil, tus labios que me besaban
y tus manos codiciosas en mis manos
exigiendo, reclamando, despertando,
deseando, compartiendo.
Los sueños huyen, la mar en calma
el día vuelve, mi vida… avanza.
Xiana Barros.
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