Sabor a fresa.

Me marcho, cojo mi sonrisa y me voy a otra parte porque aqui ya no se valora. En verdad nadie la valoró  porque siempre estaba. Se dió por hecho que la sonrisa era parte de mi  y se equibocaban. La sonrisa es mi esperanza eterna, mis ganas de vivir... Y ahora se marcha en busca de unos ojos que la comprendan y sepan hacerla reir.

Y entre mis labios se me escapa un te quiero porque jamás quise irme sin decirlo. Nunca sabes cuando sera la ultima vez que puedas decirlo, gritarlo o susurrarlo, Que pena que nunca comprendieras a mi sonrisa porque ella te tenía bien calado y sabes qué? A ella le gustabas aunque a mi nunca me acabaras de convencer.