Y con sus felices 6 años , una edad en la que ningún problema te hace dejar de ver lo maravilloso del cielo azul , se dispuso a salir de clase . Las horas pasaban y pasaban y su padre que era el que le tocaba ir a recogerlo al colegio se retrasaba , algo inusual en el . Llovía , llovía mucho , pero nadie se extrañaba , algo normal en un día de noviembre en Bilbao . Suena el teléfono y tras una hora de intensa conversación su profesora se acerca al niño y llorando desconsoládamente lo abraza , el niño no entiende nada como es normal , y poco a poco todas las personas que en ese momento se enteraron de la noticia siguieron una misma coreografía como si estuviera todo pactado . Lo abrazaron , llorando y susurrándole al oído le dijeron que todo saldría bien .
Sí una historia trágica como tantas , así que a mí solo me queda decir que la próxima vez que a alguien se le ocurra decidir sobre la vida de un hombre inocente , piensen que al otro lado de la ciudad puede haber un niño esperando a su padre a las puertas del colegio eternamente .
Sí una historia trágica como tantas , así que a mí solo me queda decir que la próxima vez que a alguien se le ocurra decidir sobre la vida de un hombre inocente , piensen que al otro lado de la ciudad puede haber un niño esperando a su padre a las puertas del colegio eternamente .
Qué razón llevas, cuánto sufren los niños por el acto de los adultos...
ResponderEliminarTe seguimos
Saludos
Lourdes
Gracias :D
ResponderEliminarLamentablemete sí , sufren demasiado :/
Tienes muchissima razon!
ResponderEliminarMe encanta tu blog.
Gracias por comentar en el mio.
Besos
A
Cuanta razón! me encanta tu blog, te sigo^^!
ResponderEliminarte espero por http://suspirosenlunallena.blogspot.com/
Un beso!
Gracias a las dos :D
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