No quiero dar las buenas noches, este es el día perfecto para tumbarnos en la hierba y hablar, hablar durante muchas horas...
Quiero beberme tu sonrisa, pasearme por tu piel y ver mi mirada reflejada en tus ojos que te dicen: Esta noche, quédate.
Date cuenta que cuando el sol cayó, y cuando la luna tímida empezaba a reflejarse en el mar, tú y yo ya teníamos algo.
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